Traumatología de Cadera Artromedika

Artrosis de Cadera

La artrosis de cadera es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta a la articulación coxofemoral, donde se unen el fémur y la pelvis. Se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago articular que recubre las superficies óseas, lo que puede resultar en dolor, rigidez y limitación del movimiento en la cadera. Esta condición puede desarrollarse debido al envejecimiento natural de las articulaciones, traumatismos previos, malformaciones congénitas o factores genéticos. Los síntomas pueden variar desde molestias leves hasta dolor intenso e impotencia funcional. El tratamiento puede incluir medidas conservadoras, como actividad física moderada, medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad, así como cirugía de reemplazo articular en casos avanzados para aliviar el dolor y restaurar la función.

Pinzamiento Femoroacetabular

El pinzamiento femoroacetabular es una condición en la cual hay una forma anormal del hueso en la articulación de la cadera que provoca una fricción anormal entre el fémur y el acetábulo (la cavidad de la cadera). Esta fricción puede causar daño al cartílago articular y al labrum acetabular, el anillo de tejido fibrocartilaginoso que rodea el borde del acetábulo. Los síntomas pueden incluir dolor en la cadera, especialmente durante la actividad física o al flexionar la cadera, así como sensación de atrapamiento o bloqueo en la articulación. El tratamiento puede variar desde medidas conservadoras, como reposo, fisioterapia y modificaciones en la actividad, hasta cirugía artroscópica para corregir la anatomía anormal de la articulación y reparar los tejidos dañados.

Fracturas de Cadera y Pelvis

Las fracturas de cadera y pelvis son lesiones óseas graves que pueden ocurrir como resultado de un traumatismo significativo, como una caída desde una altura o un accidente automovilístico. Las fracturas de cadera involucran la ruptura de uno o más huesos que forman la articulación de la cadera, como el fémur proximal o el acetábulo, mientras que las fracturas de pelvis implican la rotura de los huesos de la pelvis, como el ilíaco, el isquion y el pubis. Estas fracturas pueden ser potencialmente graves y pueden requerir tratamiento quirúrgico para realinear y estabilizar los huesos fracturados. La rehabilitación con fisioterapia es esencial para ayudar en la recuperación funcional después de la lesión.

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